¿Ya llegó el fin de año y el dinero no te alcanza para hacer frente a todos los pagos pendientes? Sabemos que llegar a esta época del año puede ser muy placentero y reconfortante por todas las celebraciones que se avecinan. Sin embargo, también es una época dura para las empresas; ya que es momento de cerrar cuentas, saldar deudas, liquidar impuestos, pagar a los proveedores, cubrir los sueldos de los empleados e incluso la gratificación.
¡No pierdas la cabeza con todos esos pagos! Es mejor que te prevengas y así puedas disfrutar sin preocupación las celebraciones con la familia o amigos. Te recordamos que el factoring o factoraje es una herramienta de financiación utilizada por las empresas para obtener liquidez, a través de anticipar en efectivo las cuentas por cobrar de sus clientes, y así evitar esperar el pago de estas por más de 30 días.
El factoring puede clasificarse de acuerdo con el actor que asume el riesgo de impago de la operación y este se divide en dos modalidades: el factoring con recurso, también conocido como factoring con responsabilidad, y el factoring sin recurso o factoring sin responsabilidad.
¿Qué es el factoring con recurso y el factoring sin recurso?
El factoring con recurso (o con responsabilidad) es aquel servicio de factoraje en el que la empresa que ofrece este servicio, no asume en ningún caso el riesgo de impago por parte del deudor, es decir, únicamente se encarga de tramitar y gestionar el cobro de las facturas del cliente.
Por lo tanto, en el caso de que el deudor de la factura no realice el pago pactado en el documento tributario, la entidad de factoring puede reclamar la deuda directamente al cedente y en caso de que no se realice el pago, se puede generar un juicio entre ambas entidades.
Por su parte, el factoring sin recurso (o sin responsabilidad) es el tipo de factoraje en donde en caso de impago, la entidad factor es la que asume el riesgo, por lo tanto, la empresa cedente está libre de responsabilidad si el deudor se declara insolvente.
Con esta modalidad, el responsable del pago es el deudor de la misma y por ningún motivo, la entidad de factoring puede proceder a exigir el dinero o llevar a juicio al cendente de las facturas.
¿Qué tomar en cuenta antes de elegir la modalidad de factoring?
Como ya mencionamos, la principal diferencia entre las dos modalidades se refiere a quién asumen la responsabilidad en el caso de insolvencia por el deudor, por lo tanto, te sugerimos que al momento de optar por la utilización de alguna de las modalidades de factoring, tomes en cuenta las siguientes medidas:
- Estudia estrictamente la solvencia y experiencia de tu cliente.
- Comprueba que tenga una gestión de pagos transparente.
Ya que tengas conocimiento de estos factores, puedes tomar una decisión más acertada y con la que puedas obtener liquidez para tu empresa de una manera segura y sin complicaciones.
¿Qué tipo de factoring te conviene más?
Por su parte, el factoring con recurso es recomendado únicamente cuando tienes total conocimiento de tu cliente y sabes que tiene una solvencia contrastada y que se encuentra libre de impagos; además de contar con un excelente perfil en sus gestiones financieras.
Facturedo, te invita a dejar de preocuparte por el impago de tu cliente y obtener liquidez inmediata adelantando tus cuentas por cobrar de manera online desde nuestra plataforma.